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Entre 2011 y 2012, los tribunales hicieron frente a una ola de denuncias entre Apple, Samsung, Google, Sony, etc. —que alcanzaron más de un centenar de casos en todo el mundo— en lo que mediáticamente se ha venido a llamar “La guerra de las patentes”.
Ahora, con motivo de la inminente celebración del Mobile World Congress en Barcelona, es un buen momento para tratar de extraer alguna lectura de esta elevada litigiosidad vinculada a la propiedad industrial, las patentes, los modelos de utilidad o las marcas que, en su corta vida, ha experimentado el sector móvil.
Conocida como la “Guerra de las Patentes”, la americana Apple y la coreana Samsung se enfrentaron, entre 2011 y 2012 a más de 50 juicios en todo el mundo. El caso se inicia en la primavera de 2011, cuando las denuncias entre ambas corporaciones llevan a convocar 19 juicios, en 9 países distintos de América, Asia, Europa y Oceanía.
La escalada de tensión judicial alcanzó tal envergadura, que la judicatura estadounidense instó a las empresas a buscar una fórmula de solución pactada.
Ninguna negociación llegó a buen puerto y, un año después del inicio de la “Guerra de las Patentes”, Apple y Samsung se estaban enfrentando en más de 50 juicios en todo el mundo: las demandas alcanzaban coberturas por daños valorados en miles de millones de dólares.
Por su parte, en 2012, con la adquisición de Motorola por parte de Google, un nuevo gigante entra en acción (Motorola y Apple se enfrentaban por una treintena de patentes desde 2010).
La resolución se haría esperar hasta 2014, cuando Apple y Google sellaría un acuerdo según el cual “ambas compañías trabajarían conjuntamente en algunas áreas para una reforma de patentes. El acuerdo no incluye una licencia cruzada”.
Este acuerdo llegaba sólo dos semanas después de que un tribunal californiano dictaminase sobre la infracción por parte de Samsung sobre varias patentes del iPhone por un valor de 119,6 millones de dólares.
Estos dos episodios vienen a recordar cómo, en su corta trayectoria, el sector móvil, en tanto a uno de ámbitos económicos de mayor desarrollo y proyección en las últimas décadas, ha vivido inmerso en una tremenda litigiosidad. Analizando la coyuntura empresarial, económica y social en el que se desarrollado el sector detectaremos los elementos para comprender el porqué de ésta voluntad de las empresas de defender a ultranza cada una de sus innovaciones y patentes:
En este contexto, las empresas asumen la necesidad de proteger sus innovaciones y desarrollos sea en el ámbito del diseño y la fabricación de equipos, como en el de la creación programarios específicos. El asesoramiento en materia de propiedad industrial, patentes o registro de marcas para las empresas del sector móvil responde, en este sentido, a unas necesidades propias en las que se conjugan tanto el objetivo de protección internacional, como la cobertura específica para un sector altamente tecnificado, que evoluciona rapidísimamente.